Los hermanos de la iglesia de colosas eran bautizados según el cap 2: 13, asimismo lo aclárese el cap 3:1, donde Pablo llama a los hermanos a buscar ζητεῖτε (zēteite) (Buscar) las cosas de arriba, es decir cosas que cuiden su comunión con Cristo.
En el v.2 una vez más enfatiza que nuestra mirada debe estar fija en las cosas de arriba.
φρονεῖτε (phroneite) (Poned) Verbo – Presente imperativo activo.
Porque habéis muerto,
ἀπεθάνετε (apethanete) Verbo – Aoristo Indicativo Activo – 2ª Persona Plural
Nuestra vida oculta, ἀπεθάνετε (apethanete) Verbo – Aoristo Indicativo Activo – 2ª Persona Plural
Se manifieste: aparecerá φανερωθήσεσθε (phanerōthēsesthe) Verbo – Futuro Indicativo Pasivo – 2ª Persona Plural |
Pablo llama a los hermanos a vivir una vida centrada en Cristo y lejos de las leyes mosaicas o de tradiciones que se estaban imponiendo en la administración de la Iglesia.
El verbo “Buscar” enfatiza que el creyente debe esforzarse por buscar las cosas de arriba.
El verbo “Poned” está en imperativo, eso quiere decir q es una orden que debemos considerar en el transcurso de nuestra experiencia con Cristo, al hacer ello no tendremos tiempo para ver las cosas terrenales.
El verbo “muerto” se refiere a lo antes mencionado en Col. 2:20.
Está en Aoristo I. eso quiere decir q ese muriendo es único y personal
El verbo “ocultarse” está también en Aoristo I, que da entender que cada día de nuestra vida debemos estar escondidos en la promesa que Dios murió en la cruz por nuestros pecados y que vuelve por 2da vez.
El verbo manifiesta y manifestados están entrelazados, ya que es una mezcla de alegrías ante el regreso de Cristo Jesús, junto a un pueblo que permaneció con una mirada firme ante él.
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Nosotros somos sepultados mediante el bautismo, es decir muerte al pecado y vida nueva en Cristo Jesús.
Al morir vivimos un nuevo caminar en este mundo, ya no más solos, sino ahora en una experiencia de búsqueda diaria de la verdad en Cristo Jesús.
Al vivir esa experiencia, nuestro pensar o el centro de nuestro vivir son las cosas que nos acerca cada día más a Dios.
El morir es definitivo, manifestado en la acción del bautismo, pero también es progresivo, por q todos los días pecamos.
Cundo nuestra vida está oculta en la esperanza de Cristo, nuestro carácter refleja el amor que Dios siente por nosotros.
El mayor premio que Dios nos ofrece no solo es la garantía de la salvación sino junto a ello la grata felicidad de la victoria ante el enemigo, que por largos años estuvo asechándonos.
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Si morimos en Cristo, debemos morir a la vieja vida, es decir a las tradiciones, a las malas costumbres o habitos practicados antes de conocer a Jesús.
Que nuestra 1ra actividad sea buscar a Dios y que nuestra mirada este fija en la fuente de esperanza y consuelo que es Cristo Jesús.
No olvidemos que nuestro refugio o nuestro escondite es Cristo, quien consuela y restaura al alma atribulada por el pecado.
Dios es su inmensa gracia nos dará el privilegio de ser parte de su gloria y de ese gozo inexplicable que será manifestado cuando Cristo regrese por segunda vez. |